¿Cómo limpiar una pérgola de aluminio?
Ah, la pérgola de aluminio, ese oasis de relajación que desgraciadamente se convierte en un antro de polvo y suciedad. Para devolverle su antiguo esplendor sin dañarla, nada mejor que un método suave y eficaz. Coge una esponja no abrasiva (no queremos arañar nuestra querida pérgola, ¿verdad?) y sumérgela en una solución de jabón suave mezclado con agua tibia. Frota suavemente la estructura para decir adiós a los rastros de contaminación urbana y a los recuerdos que dejan los pájaros al pasar. Aclárala con agua limpia y tu pérgola estará lista para brillar al sol.
¿Cómo se limpia el aluminio exterior?
Como a algunas personas, al aluminio le gusta que lo traten con delicadeza. El bicarbonato sódico es el compañero ideal para esta tarea. Pero no lo uses como especia culinaria. Mezcla en un recipiente dos cucharadas de bicarbonato con una de agua hasta formar una pasta. Aplícala con una esponja, haciendo pequeños círculos (como si dibujaras nubes), y luego aclara. Este método elimina la suciedad sin dañar el delicado aluminio.
¿Cómo se limpia la parte superior de una pérgola?
Limpiar la parte superior de una pérgola es como subir la escalera de casa. Ármate con una escalera de tijera, como un caballero en busca de la limpieza, y coge un barreño con agua caliente, detergente líquido, una esponja y un paño de microfibra. Abre las hojas todo lo que puedas, como si saludaras al cielo, y embárcate en una enérgica sesión de limpieza. No olvides la grasa de los codos, ¡un ingrediente esencial! Limpia la parte superior de las lamas y la zona de recogida del agua de lluvia, a menudo la parte más temperamental.
¿Qué producto debo utilizar para limpiar mi pérgola?
Para limpiar las lamas de su pérgola, hay un arsenal de productos que puede utilizar. Empiece con agua clara, que es sencilla pero eficaz. A continuación, utilice jabón negro o detergente líquido para una acción más profunda. Si su pérgola tiene manchas resistentes, opte por una mezcla de vinagre blanco y agua clara. Para aplicar todo esto, utilice un cepillo suave como mejor aliado, y termine con un paño de microfibra para secar y dar brillo.
¿Cómo limpio mi pérgola de policarbonato?
En el caso de las pérgolas de policarbonato, que son como las divas del mundo de las pérgolas, también hay que actuar con delicadeza. Una mezcla de agua tibia con un poco de jabón o lejía (con moderación, no queremos un coro de quejas de las plantas circundantes) es todo lo que se necesita para deshacerse de las manchas. No olvides ponerte guantes, porque aunque limpies, la seguridad es lo primero. Utiliza una esponja o un paño suave para aplicar la solución y aclara bien. Ahora su pérgola de policarbonato está tan limpia como el día que la compró.