¿Hay que asegurar una pérgola?
Asegurar su pérgola no es una obligación legal, como llevar calcetines con sandalias: no es necesario, pero a veces es aconsejable. Sin embargo, es una buena idea proteger su pérgola bioclimática, sobre todo si representa una inversión importante. Piense en el seguro como en un paraguas para los días de lluvia. Puede cubrirle en caso de robo, desperfectos u otros daños relacionados con las condiciones meteorológicas en su pérgola. Al igual que asegura su hogar, cubrir su pérgola puede darle tranquilidad, sabiendo que su pequeño trozo de paraíso al aire libre está protegido de los caprichos de la vida.

¿Tengo que declarar una pérgola?
Instalar una pérgola es un poco como añadir un nuevo habitante a su jardín. Según la normativa urbanística, la creación de un carport o una pérgola requiere una declaración previa de obras (déclaration préalable de travaux o DP) si ocupa una determinada superficie. Es como informar a las autoridades locales de que va a realizar un cambio significativo en su propiedad. Esta declaración previa es esencial para garantizar que su nueva estructura cumple la normativa local y no crea sorpresas desagradables con sus vecinos o el ayuntamiento.

¿Está sujeta a impuestos una pérgola?
Cuando se trata de impuestos, las pérgolas entran en una zona un poco gris. Si la pérgola está completamente cerrada, por ejemplo con ventanales, podría considerarse imponible. Es como distinguir entre una caseta de jardín y un pequeño chalet habitable. En cambio, si la pérgola está abierta, al menos por un lado, no suele estar sujeta a impuestos. Es como decir a las autoridades: "Miren, es una caseta de jardín, no una ampliación de la casa".

¿Qué impuestos debo pagar por una pérgola?
En materia de impuestos, las pérgolas suelen jugar al escondite con la normativa. Una pérgola no cerrada, es decir, abierta al menos por un lado, suele estar exenta del impuesto sobre bienes inmuebles. Se considera un simple complemento del jardín, como una sombrilla gigante. En cambio, si la pérgola se convierte en un porche con todos sus lados cerrados, entra en la categoría de construcciones sujetas a impuestos. Es como disfrazarla de una habitación más de la casa, y puede que Hacienda quiera sacar tajada.
